miércoles, 30 de septiembre de 2009

SIN SABER CON PRECISIÓN EL POR QUE!

Se reducen las muertes por enfermedad cardiaca y accidente cerebrovascular en treinta por ciento

Según las estadísticas más recientes de la American Heart Association los índices de muerte por enfermedad cardiaca y accidente cerebrovascular se han reducido en cerca de treinta por ciento desde 1999.

Los expertos anotaron que la mejora surge a pesar de que más estadounidenses que nunca antes son sedentarios y obesos.

"Nuestro trabajo no ha terminado, pues la mayoría de los factores de riesgo de enfermedad cardiaca y accidente cerebrovascular no han experimentado las mismas reducciones que los índices de mortalidad y varios [factores de riesgo] están aumentando", señaló en un comunicado de prensa de la AHA el Dr. Timothy Gardner, presidente de la asociación.

Aún así, entre 1999 y 2006 hubo una reducción de 30.7 por ciento en las muertes por enfermedad cardiaca coronaria y una reducción de 29.2 por ciento en las muertes por accidente cerebrovascular.

Los hallazgos fueron publicados en la edición en línea del 15 de diciembre de la revista Circulation de la AHA.

A pesar de esta reducción reciente, las afecciones cardiovasculares como los ataques cardiacos y el accidente cerebrovascular continúan siendo la principal causa de muerte en los EE. UU. y corresponden al 34.2 por ciento de las más de 2.4 millones de muertes sobre las que se informó en 2006.

Además, las estadísticas para los estadounidenses con factores de riesgo cardiaco permanecen estáticas.

Por ejemplo, la AHA anotó que aunque los niveles promedio de colesterol para los hombres a partir de los cuarenta y para las mujeres a partir de los sesenta se redujeron de 204 mg/dL a 199 mg/dL entre 1999 y 2006, se observaron pocos cambios para otros grupos de edad.

La mayoría de los estadounidenses tampoco está haciendo ejercicio.

Cerca de las dos terceras partes (el 62 por ciento) de los adultos no informaron sobre actividad vigorosa durante al menos diez minutos a diario en la Encuesta y entrevista nacionales sobre salud (National Health Interview Survey) de 2006. Ese umbral de ejercicio es la recomendación mínima para fortalecer el corazón.

Aún así, la AHA asegura que de todos modos a logrado cumplir la meta de reducción de la enfermedad cardiaca coronaria y el accidente cerebrovascular en 25 por ciento para 2010.

¿Cómo ocurrió esto? Según un experto, no está del todo claro, aunque los avances en la medicina podrían ser responsables en gran medida.

"Podemos especular qué aspectos de la cardiología han logrado las mejoras más grandes", señaló la Dra. Suzanne Steinbaum, directora de mujer y enfermedad cardiaca del Hospital Lenox Hill de la ciudad de Nueva York.

"Se ha demostrado que algunas intervenciones son considerablemente eficaces".

Citó las endoprótesis vasculares, esos diminutos tubos flexibles que se implantan de manera rutinaria luego de angioplastia para mantener los vasos sanguíneos abiertos.

Steinbaum también mencionó los desfibriladores y los marcapasos implantados. "Todo lo que tiene que ver con cardiología ha estado mejorando", anotó.

Aún así, el nuevo informe también predice problemas futuros. Por ejemplo, ahora es posible medir la calcificación arterial coronaria, es decir, acumulaciones que pueden llegar a ser lo suficientemente gruesas para obstruir las arterias.

Un estudio estadounidense halló que el quince por ciento de los hombres entre 33 y 45 y el 5.1 por ciento de las mujeres de la misma edad ya presentan calcificación arterial significativa, lo que hace que sean más propensos a problemas cardiovasculares en años venideros.

Los niños estadounidenses no están en la mejor forma tampoco, agregó Steinbaum. Aseguró que ya se está hablando de administrar estatinas para reducir el colesterol de los más jóvenes.

"Quizá no veamos cambios inmediatos en el índice de mortalidad, pero podrías comenzar a ver cambios en la incidencia", dijo.

"Lo que más me preocupa es que quizá comencemos a ver aumentos en la enfermedad cardiaca en los jóvenes".

El nuevo informe decía que la incidencia del exceso de peso (un índice de masa corporal en el percentil 95) aumentó entre los niños entre 6 y 11 años de edad de cuatro por ciento entre 1971 y 1974 a 17 por ciento entre 2003 y 2006.

Entre los bebés entre los 6 y los 23 meses de edad, la prevalencia de peso elevado para la edad era de 7.2 por ciento entre 1976 y 1980 y de 11.5 por ciento entre 2003 y 2006.

Todo recae de nuevo en el estilo de vida, señaló Gardner.

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