sábado, 8 de agosto de 2009

La Migraña; Esa Gran Desconocida

Seguramente todos hemos oído hablar de la migraña, si preguntamos a nuestros conocidos nos sorprendería el número de afectados que hay, sin embargo a la pregunta de ¿qué es la migraña?, salvo responder, un tipo de dolor de cabeza, poco más podríamos obtener. Pues bien, en España entre 4 y 5 millones de personas sufren migrañas, y de ellas la mitad de forma frecuente, que podíamos incluir entre los crónicos.

Pues bien, esta cronificación de la enfermedad se debe en gran medida al mal uso que de los tratamientos se hace y al retraso en el diagnóstico, de manera que, en un 40 por ciento de los pacientes termina cronificándose.

Si a lo anterior añadimos que es el principal motivo de consulta, por causa neurológica, en Atención Primaria y por supuesto en neurología. Y que supone entre el 1 y el 5 por ciento de los motivos de asistencia a los servicios de urgencias hospitalarias, veremos y entenderemos la gravedad del problema.

Estas cifras nos pueden anticipar el elevado coste tanto directo como indirecto, achacable al número de bajas laborales y horas perdidas, que dicha patología representa.

Aunque existen complicadas definiciones y múltiples clasificaciones, en este blog solo queremos ayudar a entender el problema, hacer una aproximación. Así, la migraña podemos definirla como un intenso dolor de cabeza, o cefalea, que afecta a uno de los lados, aunque puede terminar afectando a la totalidad, de manera intensa e incapacitante. El dolor es pulsátil y afecta desde la frente a la parte posterior de la cabeza, incluyendo generalmente el ojo.

Una de las características de la migraña, aunque no siempre se produce, es que viene precedida de los denominados pródromos, signos que nos indican la proximidad de la crisis. Estos pródromos se manifiestan como, molestias al ruido, alteraciones visuales o molestias a la luz, destellos luminosos, estrellas, visión borrosa, manchas, que nos anticipan la inminencia del intenso dolor de cabeza al que nos veremos sometidos. Este dolor aumentará con el ejercicio y cursará con nauseas, vómitos e intolerancia a la luz y los ruidos.

Aunque los desencadenantes pueden ser múltiples, alcohol, tabaco, algunos alimentos como el chocolate y los plátanos, el estrés, los cambios atmosféricos o la luz, no sirve de nada en el tratamiento evitarlos y este debe basarse en el manejo bien de manera preventiva o tras instauración del arsenal terapéutico de que disponemos, desde una simple aspirina en los pródromos hasta los triptanes y el topiramato.

Pero como hemos dicho al principio del artículo, lo fundamental es tener un buen diagnóstico e individualizar el tratamiento según las circunstancias del paciente. Y tan importante como esto es la información que nos facilita el médico, ya que el paciente quiere saber que le sucede, la gravedad, si tendrá repercusiones y si estos síntomas deben considerarse de alerta de enfermedades más importantes. Cuando el enfermo entiende que nada malo le va a suceder, que su patología se puede tratar y que siempre que lo necesite tendrá disponible a su médico, la evolución de la enfermedad mejora, el número de crisis disminuye y en caso de padecerlas el paciente siente menos angustia lo que supone una disminución del estrés.

http://www.blogmedicinatv.com/index.php/2009/03/17/la-migrana-esa-gran-desconocida

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