Es un ritmo sinusal regular superior a los 100 latidos por minuto. Puede ser uno de los primeros signos de la insuficiencia cardiaca congestiva, choque cardiogénico, embolismo pulmonar agudo o el infarto agudo del miocardio. Otras causas pueden ser: neonatos e infantes, ejercicio, emociones, fiebre, dolor, hipotensión arterial, tirotoxicosis, anemia, hipovolemia, aumento de la estimulación simpática, fármacos como , isoproterenol, adrenalina, quinidina, alcohol, nicotina o cafeína.
Si la taquicardia sinusal se acompaña con cambios electrocardiográficos, disnea y dolor torácico, debe sospecharse una embolia pulmonar aguda.
Tratamiento: si no hay repercusión orgánica, generalmente no es necesario el tratamiento, aunque sí es muy conveniente investigar y valorar la causa de dicha taquicardia sinusal (por ejemplo: cafeína, simpaticomiméticos, etc.) para así suspender o eliminar dicha causa. Si hay sintomatología puede administrarse un bloqueador beta adrenérgico (propranolol, metoprolol 15 mg en 3 dosis, o atenolol), o en casos más severos digital o verapamil.
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