lunes, 17 de agosto de 2009

Quemaduras. Revision Bibliografica.9

La sobre-reanimación también aumentaría el edema de herida y por lo tanto produciría más isquemia y conversión por hipoxia. (1,4)



A nivel mundial el comportamiento estadístico de las quemaduras refleja que en Estados Unidos aproximadamente 92.500 niños de hasta 14 años recibieron atención médica en salas de emergencia por lesiones causadas por quemaduras (58.100 fueron quemaduras térmicas, 22.600 fueron escaldaduras, 7.200 fueron quemaduras químicas y 2.600 fueron quemaduras eléctricas). Las quemaduras por agua caliente de grifo provocan más muertes y hospitalizaciones que las quemaduras por cualquier otro líquido caliente. (6, 7)



En México una de las primeras causas de muerte por accidente son las quemaduras. En el Salvador las quemaduras ocupan el 1% de la mortalidad afectando a niños menores de 5 años (80%) con líquidos hirviendo y la tragedia ocurre más en el hogar. (2,12)



En Nicaragua durante los años 2003 y 2004, el principal agente causal a través del cual se produjeron quemaduras fue por los líquidos calientes (57%), ocurriendo en el hogar el 81%. De acuerdo a la severidad son más frecuentes las quemaduras moderadas. (13)



En República Dominicana la corriente eléctrica, tanto de alto voltaje (más de 1000 voltios) como de bajo voltaje (menos de 1000 voltios), es agente frecuente de quemaduras. En el 2002 fallecieron 700 personas por quemaduras en este país. (4)



Las quemaduras en Perú, como causa importante de morbilidad y mortalidad por trauma, solamente son superadas por los accidentes en vehículo de motor. (14)



En Venezuela las quemaduras afecta a niños de 5 a 9 años y generalmente estas lesiones ocurren en el hogar. Según Zapata en este país se generan aproximadamente 1200 pacientes quemados graves y 10800 quemados moderados, los cuales no tienen a dónde acudir, y un porcentaje importante de ellos fallecen por la inexistencia de salas adecuadas en los hospitales generales o de niños, y a la falta de camas de terapia intensiva en unidades de quemados. (15)

Las quemaduras no constituyen un trauma frecuente, sin embargo, estas representan una verdadera enfermedad social ya que los casos no solo sufren lesiones corporales sino también psíquicas, lo que dificulta en muchas ocasiones su inserción en la sociedad nuevamente, agravando esto las limitaciones funcionales que pueden traer como consecuencia las lesiones por quemaduras.



El paciente quemado requiere de atención inmediata y especializada ya que su manejo adecuado en los primeros momentos de sufrir las lesiones puede determinar la supervivencia de muchos de los pacientes, siendo consideradas estas horas como: las horas doradas del paciente quemado.



Pocas áreas de la medicina y cirugía han sido capaces de mejorar de forma tan importante la mortalidad de los pacientes en las últimas décadas, como los cuidados intensivos y la cirugía del paciente con quemaduras en estado crítico. La mejora de la supervivencia de enfermos con quemaduras muy extensas, ha hecho surgir nuevas cuestiones éticas relacionadas con la calidad de vida de enfermos gravemente mutilados funcional y estéticamente.



Por todas estas razones, el tratamiento de los enfermos con quemaduras supone un reto para el médico y el personal especializado, difícilmente igualable por cualquier otra situación clínica.





Bibliografía



1. Artigas R. Normas Médico-Quirúrgicas para el tratamiento de las quemaduras. Ed. Andrés Bello, Santiago de Chile; 1984.
2. Bendlin L, Benaim F. Tratamiento de quemaduras. Ed. Interamericana, McGraw-Hill, México; 1993.
3. Kirschbaum SM. Quemadura y cirugía plástica de sus secuelas. Editorial Científico Técnica. Ciudad de la Habana; 1987.
4. Santos C. Guía básica para el tratamiento del paciente quemado. Segunda edición electrónica (en línea) 2004 (fecha de acceso 21 de Enero de 2007). URL disponible en: http//www.inderex.net/quemados.
5. Coiffman F. Quemaduras. Reflexiones generales. En Cirugía Plástica Reconstructiva y Estética. Bogotá. Ediciones Científicas y Técnicas; 2004. p. 439.
6. Coiffman F, González A, Davis JE., Melani C. Cirugía plástica, reconstructiva y estética. 2ª ed. Bogotá: Ed. Latinoamericana de Cirugía. 2004. p. 582-5.
7. Borges H. Manual de procedimiento de diagnostico y tratamiento en Caumatología y Cirugía Plástica. La Habana: Pueblo y Educación, 1984: 28 - 33.
8. Duran H, Romero F. Factores de riesgo para el desarrollo de hipomagnesemia en el paciente quemado. Gac Med Mex (en línea) 2004; (fecha de acceso 6 de febrero de 2007); 140(6).URL disponible en: http//www.imbiomed.com.mx.
9. Borges H. Manual de Prácticas Médicas. Hospital Hermanos Ameijeiras. Urgencia selectiva Grandes quemados Servicio Cirugía Reconstructiva y Quemados. (en línea) 2000 (fecha de acceso 20 de Mayo de 2008). URL disponible en: http:// www.sld.cu.
10. Edlich R. Plastic surgery. Burns, Thermal. University of Virginia Health. Oct 3, 2007.
11. Valdés S, Borges H, Palacios I. Caracterización clínica del paciente quemado por electricidad. Revista Cubana Medicina Militar. 2007; 36 (1).
12. Cohen, R. Et al. Trastornos por Agentes Físicos. En: Tierney, L.; McPhee, S.; Papadakis, M. Diagnostico Clínico y Tratamiento. México; 2000. p.1487-1507.
13. Boletín Epidemiológico. Ministerio de Salud. Managua, Nicaragua 2004 semana 46.
14. Almenara G. Quemaduras eléctricas: Estudio clínico-epidemiológico. El Manual Moderno, Lima. 2005. p1-6.
15. Zapata L. Boletín Informativo Electrónico. Sociedad Venezolana de Cirugía (en línea) 2007(fecha de acceso 21 de Enero de 2008); 35.URL disponible en: http//www. sociedad venezolana de cirugía.org

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